Asesinato

Salidos de la capital de Serbia, Belgrado, donde recibían entrenamiento, los conspiradores pudieron atravesar la frontera austrohúngara sin problemas merced a la complicidad probada de agentes al servicio de Serbia, para regresar así a Sarajevo pocos días antes de la llegada del archiduque y su esposa.

 

Los siete conspiradores carecían de cualquier experiencia en el manejo de las armas, y tan sólo por una extraordinaria sucesión de coincidencias lograron el éxito final para sus propósitos. A las 10:15 horas de la mañana, el cortejo de seis vehículos pasó ante el primer miembro del grupo, Mehmedbašić, que intentó apuntar desde la ventana de un piso alto, aunque no logra obtener un buen ángulo de tiro, decidiendo no disparar para no comprometer el éxito de la misión. El segundo miembro, Nedeljko Čabrinović, arrojó una bomba (o un cartucho de dinamita, según algunos informes) contra el vehículo del archiduque, pero falló el lanzamiento: Francisco Fernando, que cogió la bomba con sus propias manos, la lanzó fuera del vehículo; la explosión destruyó al vehículo que seguía al del archiduque, hiriendo gravemente a los pasajeros del mismo, así como a un policía y a parte del gentío de espectadores. Čabrinović tragó su cápsula de cianuro y se arrojó al río Miljacka.

 

La caravana de vehículos se dirigió hacia el Ayuntamiento de la ciudad, mientras que la muchedumbre se dispersaba debido al momento de pánico. La policía sacó a Čabrinović del río, y éste fue fuertemente golpeado por el público antes de ser puesto bajo custodia policial. La cápsula de cianuro que había ingerido estaba caducada o bien tenía una muy escasa concentración de veneno, por lo que no había producido el efecto esperado. Por otra parte, contra lo que él esperaba, el río sólo tenía entonces 10 cm de profundidad, siendo pues imposible intentar el ahogamiento. Respecto de otros componentes del grupo terrorista, algunos huyen al oír la explosión, presumiendo que el archiduque ha sido asesinado.

Tras la recepción oficial en la Alcaldía, Francisco Fernando quiso visitar a los miembros de su comitiva que la bomba había herido. Un miembro del equipo del Archiduque, el Baron Morsey, sugirió que ese desplazamiento podía ser peligroso, pero el general austriaco Oskar Potiorek, quien era responsable de la seguridad de la comitiva imperial, respondió "¿Cree usted que Sarajevo está llena de asesinos?".

El resto de los conspiradores no tuvo oportunidad de actuar debido a los movimientos de la muchedumbre así que el atentado estaba a punto de resultar un estrepitoso fracaso. No obstante, el archiduque decidió encaminarse hacia el hospital para efectuar una visita a las víctimas de la bomba de Čabrinović allí ingresadas.

 

Para evitar el centro de la ciudad, Potiorek decidió que el carro de Francisco Fernando debía viajar siguiendo el muelle Appel (actual vía E761), al hospital de Sarejevo. Potiorek sin embargo olvidó comunicar el cambio de planes a Leopold Loyka, el conductor del Archiduque, que tras salir del Ayuntamiento avanzó por el muelle Appel, pero de repente retrocedió para dirigirse por la calle aledaña al Puente Latino, lo cual le obligó a reducir la velocidad y debiendo pasar ante la confitería Schwepperl. En ese momento Princip vio al coche del archiduque Francisco Fernando pasar por las cercanías del Puente Latino, retrocediendo para avanzar a menor velocidad por la calle de la confitería. Princip notó allí su gran opotunidad: alcanzó el vehículo y disparó por dos veces; la primera bala atravesó la puerta del vehículo alcanzando a la archiduquesa en el abdomen, mientras que la segunda bala hirió a Francisco Fernando en el cuello. Ambos fueron inmediatamente llevados a la residencia del gobernador (y no al hospital, más cercano que dicha residencia), falleciendo unos quince minutos más tarde a consecuencia de las heridas recibidas.

Princip intentó suicidarse, en primer lugar mediante la ingesta de la cápsula de cianuro, y luego incluso con su propia pistola, pero vomitó el veneno (lo mismo que le había sucedido a Nedeljko Čabrinović, lo que le hizo pensar a la Policía que todo el grupo se había procurado un veneno poco fiable por su baja concentración), y la pistola le fue arrancada de las manos por un grupo de espectadores antes de que tuviese siquiera tiempo para utilizarla contra sí mismo.

Gavrilo Princip. (1914, Sarajevo (Bosnia-Herzegovina): Gavrilo Princip, un joven integrante del grupo terrorista La Mano Negra, asesina a balazos al archiduque de Austria Franz Ferdinand y a su esposa, Sophie Chotek. El crimen sirve de pretexto para desencadenar la Primera Guerra Mundial. Princip muere de tuberculosis en prisión en 1918, arrepentido de su acto.