1º Guerra balcánica

La Primera Guerra Balcánica fue un enfrentamiento bélico que tuvo lugar en 1912-1913 entre las naciones balcánicas reunidas en la Liga Balcánica (Serbia, Bulgaria, Montenegro y Grecia) contra el Imperio otomano. El objetivo de la Liga era expulsar de Europa al Imperio y repartirse sus territorios balcánicos. Montenegro comenzó la primera guerra de los Balcanes al declarar la guerra contra los otomanos el 25 de septiembre 8 de octubre de 1912 el 4 de octubre 17 de octubre de 1912 los embajadores de la Liga se retiraron de la capital otomana y los aliados declararon la guerra al día siguiente.

 

Rápidamente quedó clara la superiodidad militar de los aliados frente al Imperio, las victorias frente a los otomanos se fueron incrementando cada vez más, hasta que en noviembre de 1912 las unidades búlgaras atacaron la línea defensiva otomana en Çatalca, que contaba con 190.000 hombres frente a los 176.081 atacantes, a pesar de la superioridad búlgara en artillería, la línea otomana protegía la capital. A pesar de las grandes bajas, los búlgaros no lograron romper la línea otomana y detuvieron el asalto al día siguiente. El fracaso impidió una rápida victoria búlgara, la entrada en la capital otomana y la conclusión de una paz impuesta.

Las negociaciones búlgaro-otomanas para lograr un armisticio dieron fruto tras cinco reuniones entre las partes, acordándose finalmente el mantenimiento del frente y el acceso búlgaro al ferrocarril que les permitiría abastecer más fácilmente a las cansadas tropas del frente de Çatalca. Grecia, que deseaba alcanzar un pacto con Sofía sobre el reparto de los territorios conquistados antes de rubricar el armisticio, no lo firmó y continuaron el asedio a Iónina. Montenegro y Serbia, por el contrario, lo firmaron.

El 10 de enero de 1913, los Jovenes Turcos dieron un golpe de estado en la capital y la guerra volvio a empezar. Mientras continuaban los combates Serbia y Grecia reforzaron el control de los territorios bajo su dominio, mostrando escasa inclinación por acelerar la firma de la paz definitiva con el Imperio. Los búlgaros entonces comenzaron conversaciones con los otomanos para lograr un paz separada en mayo, que no fructificaron por la oposición rusa. Los rusos advirtieron que, en caso de firmarse tal paz, el gobierno ruso se negaría a arbitrar el reparto de Macedonia entre serbios y búlgaros, como deseaba el gobierno de Sofía.
 

Ante el aumento de la tensión entre los coaligados los británicos los presionaron para firmar rápidamente la paz con los otomanos. Lograron su objetivo el 17 de mayo de 1913. Por el Tratado de Londres el Imperio cedió a la Liga sus territorio europeos a excepción de Constantinopla, sus alrededores, y Albania, sin delimitar territorialmente. Grecia lograba por fin la cesión de Creta y Albania quedaba al albedrío de las grandes potencias, que debían decidir sobre su futuro. El rechazo de las potencias a repartir inmediatamente Albania entre los coaligados llevó a desacuerdos sobre el reparto de Macedonia, que desembocaron en un conflicto abierto en julio de 1913 cuando Bulgaria decidió atacar a sus aliados en la Segunda Guerra Balcánica.